Siempre que se termina un año pensamos en todo lo que ha ocurrido, hacemos balance, a veces miramos al nuevo año con esperanza de que sea mejor, o diferente o deseamos que sea tan bueno como el anterior... Yo nunca he podido sintetizar los 365 días en un sólo adjetivo ¿bueno?, ¿malo? cada día tiene su propia montaña rusa!.
El 2012 nació con cambios obligados, con intriga y con ilusión a pesar de todo. Las cosas ocurren por algo y lo cierto es que poco a poco construímos algo muy bonito, una forma de vivir completamente diferente bajo un nombre, "Misimés", una experiencia alucinante que me ha hecho conocer gente maravillosa y darme cuenta de que con mucho cariño puedes ir pintando cada día del color que quieras, sólo necesitas creer que puedes hacerlo y estar convencida de que saldrá bien SEGURO!.
Mil gracias a toda la gente que está ahí siempre, a mi lado, al lado de Misimés, crearé un 2013 precioso... porque estoy SEGURA de que así será.
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