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miércoles, 7 de noviembre de 2012

En el taller

"Tengo que actualizar el blog", todos los días me repito esta frase varias veces pero lo cierto es que me faltan horas.
En un tren, de noche, viajando con las mismas personas a las que veo dormir cada mañana llego a una ciudad que amanece demasiado fría.
Y tras arrastrarme hasta la escuela comienza mi día dos horas después de apagar el despiadado despertador. Es entonces cuando todo comienza a merecer la pena.


¡Y es que ser de nuevo estudiante es mi nuevo oficio! ♥♥♥    

1 comentario:

  1. Ala! Hacía mucho que no miraba el blog! a pesar de los madrugones...eres una suertuda! Besos

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